Cuando somos conocedores
de la plenitud de Cristo podemos hacer nuestras sus promesas
y nuestros pensamientos
serán de acuerdo a la palabra de Dios, como lo menciona
Filipenses 4:8:
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero,
todo
lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable,
todo
lo que es de
buen
nombre
_si hay virtud alguna- si algo digno
de alabanza, en
esto
pensad~
Creer en su palabra
es lo único que le
provee al ser humano de fe, confianza y seguridad.
Estamos en las manos del
Dios, único, sabio y omnipotente. Si
creemos por la fe que el
Señor empezó la obra
en nosotros, creeremos
también que él la perfeccionará (Fil.1:6).
El mantenimiento
de un sano
autoconcepto
conlleva el deseo de superación
personal.
Tal crecimiento es proceso
dinámico y
continuo;
semejante al reto que tiene
el alpinista al
escalar una escarpada montaña.
Ambas situaciones
representan agotadores
esfuerzos.
Pero al alcanzar la cumbre,
se haya
la recompensa.
¿Cuáles son los factores que nos
permitirán
mantener un autoconcepto
de acuerdo a la
voluntad de Dios?
~ Mantén una relación
genuina con Dios (ls.
41:8; Stg.
2:23).
~ Recuerda que Dios
te hizo
a su imagen y semejanza; imagen que fue
dañada por
el pecado de Edén,
pero, que Dios
desea restaurar en nosotros a través
de la
obra de Cristo
(Gn. 1:27;
Ez. 2:10).
~ Reconoce tus
limitaciones
y sé humilde para depender
constantemente de Dios
(2 Co. 12:9).
~ No te compares
con otros;
Dios nos ha hecho únicos (Sal.
139:13-16).
~ No busques el reconocimiento
de los hombres hacia tu
persona o tus «buenas»
obras, sino
que hazlo todo
para el Señor (Col.
3:17)
~ Dios es quien
te capacita para lograr
las metas y propósitos
de tu vida; siempre y
cuando correspondan
con su voluntad.
(Fil.4:13).
~ Habla con personas
que edifiquen
tu vida (Hch. 2:42,46;
Pr. 17:17).
~ Ayuda a otros
para que conozcan
la bendición de encontrar en Dios la sanidad
de su autoconcepto
(Flm. 20; Mr. 5:19).
~ Escudriña
las Escrituras;
ellas deben
ser la fuente de información sobre
nuestro
ser, pues somos obra
de Dios. (2
Ti. 3:16).
~ Evalua diariamente
tu conducta
de forma constructiva
(2 Co. 13:5;
Ro. 8:33-34).
~ Pide y deja que Dios
te examine (Sal.139:23-24)
~ Mantén un equilibrio
respecto
a un sano autoconcepto (Ro.12:3).
~ No creas que lo hemos
alcanzado todo (Fil.3:12-14).
~ Busca la plenitud
del Espíritu Santo (Ez.5:18).
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