miércoles, 29 de julio de 2015

Quebrado y derramado

Buscando el reino de Dios, nos damos cuenta de la grandeza espiritual que tiene para sus hijos.

Cuando nos ponemos a orar y Dios nos quebranta, nos trae convicción de pecado, nos muestra si tenemos orgullo o algún pecado no confesado, Él lo muestra , nos perdona, nos quebranta, lloramos y sentimos lo grande que es Él , y lo pequeño que somos nosotros y podemos sentir ese gran amor que envuelve nuestro espíritu.

¿Has notado que Dios no rompió el frasco de alabastro de María?

Ella tuvo que romperlo. Si quiere tener ese tipo de encuentro con Dios, tendrá que

´´quebrantarse`` usted mismo. El nivel supremo de adoración viene del
quebrantamiento.



Juan 12:3

Entonces María , tomando una libra de perfume de nardo puro
que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con
los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.



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