miércoles, 1 de mayo de 2013

EL ORGULLO O ALTIVEZ


Lucas 14:10 Más cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que
cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás
gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
El apóstol Santiago en el capitulo 4 verso 10 dice: Humillaos delante del Señor, y él
os exaltará.
Humillarse en el original griego es agacharse, reconocer que una persona es
superior. La actitud que tenemos al ponernos de rodillas, al levantar las manos
es recocer lo que Dios es en nuestra vida, es el reconocer quien es él y quienes
somos nosotros.
Debemos tener un balance pues Dios no quiere que tengamos un bajo concepto
de nosotros mismos, pero Dios tampoco quiere que tengamos un más alto
concepto.
El Apostos Pablo decía “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” pero a veces
nosotros no decimos esto sino “Todo lo puedo” y se nos pasa que es en Cristo
que nos fortalece.
Un hombre sabio en el libro de Proverbios 21:4 escribió: Altivez de ojos, y orgullo
de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.
El problema es que nosotros no sabemos que el orgullo es pecado, no
queremos que Dios trate con nuestro orgullo porque pensamos que no es un
pecado sino una debilidad del carácter, pensamos que el orgullo es una falla,
pensamos que el orgullo es un problema, que es algo que pronto se nos caerá
por andar en Cristo, pero la Biblia dice que el orgullo es un pecado.
Uno tiende a creer que el orgullo, como muchas otras cosas, desaparece o casi
muere cuando nos entregamos a Cristo. Han leído el versículo de 2 Corintios
5:17 que dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Esto habla de una
naturaleza que pasa, que es hecha nueva, pero no habla de que cuando tú te
entregas a Cristo se te quitan tus pecados, ni tus malos hábitos.
Muchos pecados y malos hábitos se tienen que domar y se tienen que pisar con
el poder que recibimos cuando aceptamos a Cristo. Pero uno cree todavía en el
cuento de hadas y Cenicienta que si tu esposo es un borracho de primera,
cuando el se entregue a Cristo se le va quitar lo borracho, pues puede que se le
quite lo borracho, pero lo mentiroso, lo orgulloso, lo tranza no se le quita.
Es un engaño creer que cuando uno se entrega a Cristo casi casi te conviertes
en un ángel pero tendemos a eso porque no queremos luchar, la Biblia dice que
cuando tenemos a Cristo y lo recibimos por primera vez como dice 2 Corintios
5:17 la naturaleza de Dios es sembrada en nuestro interior, las cosas viejas
pasaron, la vieja naturaleza en crucificada con Cristo y una nueva naturaleza es
sembrada en tu interior y esa naturaleza te da el poder para vencer el pecado
pero Dios no va a vencer el pecado por ti, es una tarea que nos a dejado a
nosotros.
Dios no te va a quitar los vicios, tú los tienes que dejar. Antes no podíamos
porque no teníamos a Cristo, mas ahora hay una nueva naturaleza en ti, y
tenemos que confiar que la palabra de Dios es verdad. La Biblia dice que con
Cristo en nuestro interior el nos da el poder para vencer el pecado, si tu decides
vencer el pecado. Pero el pecado no se te quita arrodillándote y orando, es una
decisión. Cada vez que te acerques a Jesucristo vas a recibir la motivación para
dejar el pecado.
Tal vez el orgullo sea uno de los peores males entre los cristianos. Muchos han
dejado el alcohol, el tabaquismo, las mentiras, las muchas mujeres; hemos
dejado muchas cosas, pero el problema es quien se pone en batalla contra el
orgullo, la Biblia dice que el orgullo es igual de fuerte que otras ataduras, el
orgullo es algo que está escondido, algo que satanás ha podido disfrazar para
que tu no lo reconozcas como pecado y para que no veas la grande destrucción
que este provoca en nuestra vida y en la vida del pueblo de Dios.
Chismes, murmuración en una congregación cristiana es producto del orgullo.
Falta de perdón, incredulidad, perfeccionismo extremo, todo esto es producto del
orgullo y hay varias cosas más que son fruto del orgullo.
El orgullo es una mala hierba que está en nuestro corazón y nosotros debemos
decidir arrancarlo de nuestra vida. No debemos tolerarlo.
El orgullo tiene su contraparte, el enemigo público número uno del orgullo es la
humildad. El orgullo ve venir la humildad y se prepara para pelear, lanza sus
mejores golpes, pero si la humildad prevalece vence por completo al orgullo.
¿Usted quiere dejar de ser orgullo? Tiene que ser humilde, tiene que provocar
humildad en su corazón. El problema es que nosotros creemos que la humildad
se recibe orando o que la humildad se recibe levantando las manos o cantando
el canto favorito. La única manera de recibir la humildad es cuando usted es
humillado y acepta ser humillado.
Humildad es la capacidad que tiene el hombre para recibir el agravio sin
violentarse ni exigir retribución. Humildad es poder soportar que alguien abuse
de ti, mas sin embargo a nadie le gusta. En el matrimonio los esposos discuten
porque ninguno quiere sufrir el agravio.
Las humillaciones no nos parecen justas pero Dios no habló de que tienen que
ser justas, el ejemplo está en Jesús quien se humilló y murió por nuestro
pecado, ¿fue justo? Más sin embargo lo sufrió por un fin mayor. Tal parece que
la humildad no tiene ningún fin o que solo es sufrir pero el verdadero fin de la
humildad es que la vida de Cristo sea hecha en mi vida.
Cada vez que te callas una humillación con amor diciendo: “está bien Señor, yo
quiero que formes tu carácter en mi”, cada vez que hacemos esto, estamos
siendo humildes.
Gálatas 6:7-9 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu
segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo
segaremos, si no desmayamos.
El varón como cabeza del hogar es el primero que se debe humillar, si queremos
que nuestros hogares anden bien tenemos primero que humillarnos, en sufrir el
agravio por amor. Tenemos que tomar decisiones prácticas contra el orgullo en
nuestra vida. Decide que el carácter de Cristo sea formado en tu vida.
El orgullo tiene otros nombres: altivez, soberbia, engreimiento, arrogancia,
jactancia, todo esto que lo encuentra en la Biblia habla de los mismo “orgullo”
El orgullo fue uno de los pasos que satanás siguió para su caída. Ezequiel 28:17
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor. ¿Sabes cuál fue el problema de satanás? que se
consideró muy bueno. Isaías 14:13-14 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte
del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al Altísimo.
Estaba centrado en si mismo, no estaba buscando la gloria de Dios, no estaba
buscando lo que Dios quería que hiciera, estaba buscando lo que el quería
hacer.
El orgullo es un principio espiritual que opera en el mundo. El mundo esta lleno
de orgullo, en el mundo no existe el pedir perdón.
El orgullo tiene varios frutos, son cuatro frutos que voy a mencionar.
Perfeccionismo
Una persona perfeccionista es aquella que establece normas o metas para si
misma que son superiores a los requerimientos normales. Al obtener estas
metas la persona se coloca en una posición superior a otros y por consiguiente
se convierte en un crítico de aquellos que no aceptan las mismas normas o
metas.
¿Qué produce un perfeccionista? Falta de amor, indiferencia a las necesidades
de otros, el juzgar con demasiada rapidez, falta de sensibilidad, palabras
crueles, y la critica.
Los resultados del perfeccionismo son:
Una actitud hostil hacia otros y hacia si mismo lo cual produce un carácter
severo, un espíritu demasiado critico, falta de perdón, autojustificación, una
relación pobre para con Dios, este perfeccionismo se trasmite en rechazo a los
hijos porque lo hijos no pueden ser amados por lo que son, tienen que ser
amados por lo que hacen, porque el papá es un perfeccionista. Hace que los
hijos se sientan inseguros, se transmite un rechazo; así mismo el perfeccionista
siente que Dios no lo ama a veces, porque el siente que tiene que hacer cosas
para que Dios le ame.
Competencia
Es una lucha por sobresalir, por ser el primero. La causa de la competencia es
recibir reconocimiento. Todos queremos alguna vez que se nos diga ¡Bien
hecho! pero la persona que siempre esta buscando ser reconocida tiene un
principio de orgullo. Si tu trabajas para que te vean, si tu trabajas solo para que
te elogien tienes un principio de orgullo.
La descripción de una persona que tiene fruto de orgullo o competencia es una
persona egoístas, voluntariosa, ambiciosa, y envidiosa que se exalta así misma.
Esto produce en esta persona enemistad entre los hombres, compararse
constantemente con otras personas, descontento con la vida y con los logros
alcanzados en el pasado. El que es competente el que busca estar compitiendo
nunca esta contento con lo que logra, producen celos y envidias.
Falta de perdón
Podemos encontrar a una persona amargada quisquillosa, que no perdona,
iracunda y enajenada.
Los resultados de la falta de perdón son: culpabilidad y condenación, no puede
soltar a otros y Dios no lo puede soltar por falta del perdón, no se puede
perdonar así mismo por los errores del pasado. El orgullo no permite que se
perdone así mismo por haber quebrantado la imagen de superioridad. El orgullo
produce ceguera y engaño, el orgullo no quiere que tú admitas tus propios
errores. El orgullo en tu vida te hace ver superior cuando no lo eres. Nosotros
tenemos que reconocer que nuestra excelencia proviene de Dios. Producto de la
falta de perdón es la amargura y el odio.
También la Incredulidad es una consecuencia del orgullo
Conclusión.
Proverbios 26:12 ¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más
esperanza hay del necio que de él.
La Biblia nos dice que hay mas esperanza en un necio que en una persona que
le gusta que la alaben, que un orgulloso.
¿Que tiene que hacer para romper el orgullo?
Reconocer a donde nos ha llevado el orgullo y los males que nos trae
Reconocer que es pecado.
Arrepentirse, esto es decidir pisar el orgullo
Si nosotros nos decidimos a aplastar el orgullo con humildad y empezamos a ser
humildes. Tenemos que tener un cambio de actitud, reconozca que es pecado,
determine ya no seguir con el orgullo
Cambiar la motivación de nuestra vida: del orgullo al amor
Humillarse ante Dios: esto es permitir que te pisen.
Es tan difícil ser humilde, por eso nosotros necesitamos ir a Jesús y pedirle que
nos ayude a ser humildes porque solo él es el único que nos puede ayudar a ser
humildes.

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